Un sesgo cognitivo es un error repetitivo o básico en pensar, evaluar, recordar u otros procesos cognitivos. Es decir, un patrón de desviación de los estándares en el juicio, por el cual las inferencias se pueden crear sin razón (Haselton, M. G.; Nettle, D.; Andrews, P. W. 2005). Las personas crean realidades subjetivas sustentadas en sus propias experiencias, prejuicios y percepciones lo que resulta en una distorsión de la realidad objetiva que conlleva modificaciones en sus ideas y pensamientos, así como su forma de comportarse. Muchos sesgos de confirmación nos permiten interpretar la información que se nos brinda con la tendencia a confirmar nuestras propias creencias reduciendo el valor significativo de otras posibilidades incluso con mayor grado de veracidad lo cual imposibilita la búsqueda y obtención de la realidad objetiva.
Uno de los factores que dificulta la difusión de la realidad en la sociedad es la creación de los paradigmas que no son sino modelos de comportamiento o patrones que se ven aplicados a la vida cotidiana de las personas que brinda las pautas a las reacciones y pensamientos inmediatos (prejuicios) ante ciertos eventos. Estos paradigmas son aprendidos de forma inconsciente a través de nuestros sistemas de formación como lo son nuestras familias, escuelas y grupos sociales como amigos o vecinos, entre otros. Al aprender ciertos conocimientos que son enseñados por nuestros profesores, padres o representantes podemos ser susceptibles a una falacia de autoridad ya que no cuestionamos la veracidad de la información al creer indudablemente a la persona por tener cierto grado de autoridad, creemos que tiene la razón por ser una figura con bastos conocimientos sin pensar en la posibilidad de que pueda errar.
Actualmente una de las herramientas que nos brindan la realidad de nuestro mundo son las ciencias positivas las cuales se basan únicamente a través de la experiencia y la evidencia brindando los hechos objetivos sin la manipulación de la interpretación humana que altere los datos reales. Las ciencias positivas han brindado grandes logros en toda la historia de la humanidad, desde crear plantas eléctricas que todos los días nos brindan la energía que sustentan nuestros focos, refrigeradores y televisiones, así como también ha logrado explorar el universo y gracias a esto la calidad de vida de la humanidad se ha incrementado logrando aumentar la esperanza de vida de 40 años como lo era en la edad media hasta la actualidad que es de 72 años. A pesar de todos estos avances aun falta mucho por aprender en todas las disciplinas en las que se aplica la ciencia y en la actualidad en el sector de la salud aun se desconoce con exactitud las causas del trastorno del espectro autista. Debido a la complejidad del espectro y del hecho que los síntomas y su gravedad varían se cree que existen diferentes causas. Estos son algunos de los posibles factores:
- Genética.Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los trastornos del espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del espectro autista pueden estar asociados con un trastorno genético, como el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno del espectro autista.
- Factores ambientales.Actualmente, los investigadores estudian estos factores, como las infecciones virales, las complicaciones durante el embarazo o los contaminantes del aire, desempeñan un papel en el desencadenamiento del trastorno del espectro autista.
Una de las polémicas más difundidas del autismo reside en si existe un vínculo entre las vacunas que son proporcionadas en la niñez y este trastorno. De nuevo gracias a la ciencia se ha demostrado la imposibilidad de que las vacunas sean un factor por el cual se desarrolle un trastorno y esto ha sido posible debido a una gran cantidad de estudios veraces que por muchos años han refutado completamente que vacunar a un niño resulte en autismo. La razón por la cual se tiene este sesgo es debido al momento en el que se detecta y se brinda un diagnóstico del autismo el cual coincide en la temporalidad que son administradas las vacunas lo cual conlleva a teorizar en una posible relación aun sin existir fundamentos o una base que sustente esas hipótesis. En 1998 en la revista Lancet publica un artículo escrito por el Dr. Andrew Wakefield confirmando por medio de un estudio la relación entre las vacunas y el autismo evidenciando 11 casos de niños de 3 a 10 años, todos tenían trastornos del neurodesarrollo y afectación intestinal dentro de los cuales nueve de ellos ya antes del estudio tenían autismo leve. Después de algunos años y otros estudios se refutó completamente el estudio del artículo de la revista Lancet descubriendo que la motivación del Dr. Wakefield era acusar a la actual vacuna MMR para erradicarla llevando al mercado la vacuna que él había sintetizado y todo esto llevando a que la revista se retractara de haber publicado dicho estudio evidenciando el fraude. Las vacunas solo han brindado salud a la humanidad previniendo enfermedades y aumentando la calidad de vida de las personas, mérito que se lleva las ciencias médicas.
En la era de la tecnología existe una basta cantidad de información que es difundida tanto por medios de comunicación como la televisión y radio, así como la web en páginas de internet, foros y videos los cuales publican contenidos susceptibles a brindar información errónea la cual muchas personas califican como correcta. Es nuestra responsabilidad educarnos en materia de aquello que se informa, dudando de la veracidad de la información investigando más sobre el tema y encontrando las respuestas correctas que en su mayoría estarán respaldadas por evidencia de carácter científico. Si a pesar de investigar lo suficiente aun crees que las vacunas causan autismo plantéate esta pregunta a ti o a cualquiera que lo crea así, ¿Es más grave tener a un niño con hepatitis, influenza, o enfermedades que puedan causar una posible muerte a tener una persona con autismo?
Gracias